En momentos de crisis como el actual, todos los gobiernos, menos el nuestro, están tratando de reducir cargas impositivas a los ciudadanos y a las empresas. Pagar una gasolina tan alta, no es otra cosa que un impuesto mas. Nos están quitando plata del bolsillo! Son 2.5 billones de pesos al año lo que se recaudará por este concepto. Ese dinero estaría mejor circulando, dinamizando la economía, ayudando a mover el aparato productivo, manteniendo los empleos.
Pero a nuestro gobierno se le ocurrió mantener el precio de la gasolina alto y retener esa enorme suma a los consumidores, precisamente ahora, cuando lo que se necesita es liberarle recursos a la gente. Al mantener el precio de la gasolina alto, no sólo se le está sustrayendo dinero a las personas, reduciendo su poder adquisitivo, si no que tambien se está alimentando la inflación, ya que el combustible se necesita para producir o mover casi todo en el mundo, y por lo tanto su precio es una variable muy importante en la determinación de los precios de los otros bienes de consumo sean estos perecederos o duraderos.
Independientemente del destino que tendrán este nuevo impuesto, el gobierno con su decisión está atentando contra la economía del ciudadano, de las familias y del pais en general.
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