martes, 17 de febrero de 2009

NO HAY PLAN DE CHOQUE

El gobierno colombiano, a diferencia de otros gobiernos de nuestra región, no ha anunciado un plan de contingencia para contrarestar los efectos de la onda expansiva de la crisis económica que vive el mundo. El ministro de hacienda y el equipo economico se han dedicado a restarle importancia al problema y a decir que Colombia está mejor preparada que antes y que el sector financiero es fuerte y puede soportar la tormenta.
Si bien estos argumentos son ciertos, no lo es menos que no son suficientes para pensar que estamos blindados contra el coletazo de la crisis. En el 2008 se perdieron 500.000 empleos, y para el primer trimestre de este año se prevee la pérdida de 200.000 mas. Los industriales ya dijeron que están en recesión, ya que la producción durante 2008 decreció 3.1 %; y las exportaciones van en picada. El gobierno proyecta que las exportaciones este año estarán por el orden de US$ 33.000 millones, lo cual representa una caida de 18% frente a los US$ 39.000 millones del año pasado. La caída en la demanda internacional y los bajos precios de nuestros productos en el exterior explicarían este fenómeno, y es claro que estas causas persistirán por lo menos un año mas.

Entonces, qué pasa que el gobierno no habla del tema y no plantea propuestas? Por qué no se anuncian verdaderos planes de choque para aliviar en algo la situación? lo peor no ha llegado, y parece que el gobierno está esperando a que llegue para buscar soluciones cuando ya sea muy tarde. Otros paises han anunciado grandes inversiones públicas financiadas con los recursos que ahorraron durante la bonanza que vivió el mundo hasta el 2008. Colombia no ahorró y por eso no tiene plata para hacer lo mismo. Además, no tenemos grandes proyectos diseñados para iniciar que generen empleo en el corto plazo.

Sin embargo, en vista de que no hicimos la tarea de ahorrar en los tiempos de vacas gordas, pues será necesario endeudarse o aumentar el déficit fiscal para financiar proyectos de alto impacto. Lo importante es no quedarnos de brazos cruzados viendo como aumenta el número de desocupados.

Una opción sería la construcción masiva de acueductos o de vivienda de interés social, lo cual generaría empleo rápido y numeroso, tendría un positivo impacto social y aminoraría el efecto de la crisis.

Es necesario que las autoridades económicas dejen de mirar el problema con indiferencia, como si no nos fuera a tocar. Hay que actuar rápido por que la crisis está avanzando a pasos agigantados en todo el mundo.

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